jueves, 9 de febrero de 2012

El 8 de Febrero de 2012, en el parque Rafael ''Tato"" Joglar Solís, antes conocido como el Parque de Villa Nevárez, se le rindió un merecidísimo homenaje al mentor del mismo, cuyo nombre quedó plasmado en una tarja en conmemoración a su dedicación a la formación de muchos jóvenes, en el deporte y el civismo, en su comunidad. En esa misma tarja ,descansarán sus cenizas, y quedará como centinela de su propia obra. !!Que Dios lo bendiga Don Tato!!
por: Billy Lebrón (Sotero 73)

Rafael "Tato" Joglar Solís

Tato fue uno de los deportistas más auténticos que ha dado la ciudad de Río Piedras. Como empleado del Departamento de la Vivienda siempre fue organizador de torneos y entusiasta promotor “ad honorem”. También hizo lo mismo en sus horas libres para la urbanización Villa Nevárez cuando trabajó para La Administración de Parques y Recreo y luego para el Departamento de Recreación y Deportes. Su apellido, Joglar, era sinónimo de los deportes que se practicaban antes de que la ciudad universitaria se convirtiera en parte de la Capital. Por eso cuando Tato fue exaltado al Salón de la Fama Riopedrense en 1992 acompañó a Félix “ El Viejo” Joglar Rosa, maestro de gran prestigio de baloncesto, boxeo, volibol entre otros deportes. Tato igualmente practicó cuanto deporte se hacía en Río Piedras y además organizaba actividades para los niños como pequeñas ligas, boys scouts (como antes se referían a los niños escuchas en la ciudad universitaria). Sus esfuerzos personales para los niños escuchas fueron con la Escuela Elemental Julio Sellés Solá de Villa Nevárez. Para la comunidad proveyó un campo de juego adecuado donde él cortaba la grama con su máquina personal. También colaboró con el movimiento olímpico y los Décimos Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe en el 1966 y luego con los VIII Juegos Deportivos Panamericanos, en 1979, ambos celebrados en San Juan.
En su trato personal Tato era increíble pues podía entablar amistad en poco tiempo con todo el que se topaba. Era legendaria su memoria sobre chistes especialmente sobre el Olímpico Eugenio Guerra Cruz y sobre otros distinguidos deportistas, también era magnífica. La sociabilidad de Tato no tenía límites como su calidad de Compañero León al servicio de la comunidad. Perteneció a los Rotarios otra organización de servicio público que ayuda a las comunidades voluntariamente.
En fin, hemos perdido un ser extraordinario que fue el héroe anónimo de muchos eventos cívicos y deportivos sin requerir paga. Como ciudadano y Compañero León practicó el moto de “Nosotros Servimos”.
QUE DIOS LO ACOJA EN LA GLORIA Y LE PERMITA HACER DEPORTES ALLI, COMO HIZO EN LA TIERRA.
Por: Joe Barbosa del Club de Leones de Villa Nevárez